Testimonios

7 diciembre, 2017
Testimonios

Mensaje del Bar Mitzvá Dylan Cohen de la Parashá Semanal:
Mi nombre es Dylan y leeré la parashá Vaieshev. En ella, vemos el episodio que Yosef, hijo favorito de Iaacov, que recibió una túnica muy especial por parte de su padre. Esto generó un gran resentimiento con los hermanos que lo envidiaron mucho.
Este hecho de la Parashá, me hizo reflexionar que así como tenemos sentimientos de felicidad, tristes y amorosos, también existe la envidia y es algo completamente normal. Porque no somos perfectos. Pero lo importante, es que uno tiene que controlar esa envidia y no llevarla a mayores como sucedió con los hermanos de Yosef que lo vendieron. Si alguien tiene algo que yo no tengo, tratarlo mal, lastimarlo o molestarlo por esos celos ¿Por qué esa mala energía (envidia) que le deseamos al otro no la transformamos en energía buena. En desear, felicidad, amor, paz y gratitud? Total, al fin y al cabo, todos tenemos lo nuestro. Por ejemplo: a mí en mi vida cotidiana me pasa que no sé jugar al fútbol. Y la mayoría de mis amigos juegan muy bien, pero yo no les tengo envidia por eso. Ya que también puedo hacer cosas que probablemente ellos no sepan, como tocar instrumentos, por ejemplo: el piano y la guitarra. A Lo que me refiero es que no tiene sentido envidiar algo de alguien ya que cada uno tiene sus talentos especiales, lo suyo. Por eso, el mensaje que quiero dar, gracias a esta enseñanza, es que la envidia es algo normal siempre y cuando uno pueda controlarla y tratar de verse a uno mismo. Porque estoy seguro que TODOS tenemos algo muy bueno dentro nuestro.