Testimonios

1 diciembre, 2017
Testimonios

Mi nombre es Andrés y como Bar Mitzvá leeré la Parashá Vaieshev que cuenta acerca de la historia de Iosef. El hijo de la ancianidad de Iaacov y su preferido, el que tenía grandes sueños y era envidiado por sus hermanos, aquel que fue vendido como esclavo a Egipto.
La Parashá nos relata que cuando Iosef está yendo a buscar a sus hermanos por pedido de Iaacov, los hermanos estaban enojados con él queriéndolo asesinar y por consejo de Rubén lo dejaron en un pozo. Como dice en el capítulo 37:21-22” Escuchó Rubén y trató de salvar a Iosef de sus manos y dijo no lo matemos. Y dijo Rubén: No derramen sangre. Échenlo en este pozo en el desierto, pero no pongan mano sobre él…”.Aparte de tirarlo en el pozo vemos que luego venden a Iosef a unos ishmaelitas que estaban en una caravana cruzando por el desierto. En este episodio puedo aprender que los problemas hubiesen podido ser resueltos de otra manera sin tener que utilizar la violencia como lo hicieron los hermanos de Iosef. Podían haber utilizado el diálogo para resolver sus diferencias u otra forma sin que sea una manera violenta. Esto se relaciona con mi vida ya que una vez tuve una pelea con un compañero y me arrepiento de haber utilizado la violencia al igual que lo hicieron los hermanos de Iosef. Si hoy pudiera cambiarlo hubiera utilizado el diálogo para resolver las diferencias con mi compañero y el mundo sería también un lugar mejor si las personas en vez de usar la violencia resolveríamos los problemas a través del diálogo.